LA OLA QUE ROMPE EN LA CÓRNEA DEL OJO

El fin de año que se acerca es un umbral, una linde que nos permite situarnos bajo su dintel sostenido y, justo en su delimitación, asomar nuestra mirada hacia lo que dejamos atrás y hacia lo que está por llegar.

Antaño, nos regíamos por tiempos cíclicos, calendarios solares y lunares que eran, en verdad, esféricos. La linealidad del tiempo, tal como la experimentamos, nos proyecta hacia el futuro y nos retrotrae hacia el pasado, estirándonos como una goma elástica, desde nuestra infancia hasta nuestra ancianidad.

Sin embargo, hay otra forma de experimentar el tiempo en la simultaneidad, reconociéndonos semillas de infinito, embriones de vida, siempre palpitantes en el centro de nuestra cordialidad.

Me escuecen los ojos de emoción cada vez que pasa un día más, un mes, un año más, y, en lugar de alejarme, siento cada vez más próxima la ternura del infante que un día fui y que nunca he dejado de ser. Con el siguiente texto inspirado, comparto con vosotros este asombro que humedece mi visión:

Visión inspirada: La ola que rompe en la córnea del ojo
Tiempo de recepción: 02 de noviembre del 2021, noche

“Cuando la realidad rompe como una ola en la córnea de vuestros ojos, cuando la sal penetra vuestra pupila, no podéis evitar lagrimar, no podéis evitar que vuestro corazón se conmocione y devuelva una ola de expresividad al Mundo. Cuando abrís vuestra visión, tenéis que estar preparados para vivir empapados de vida plena, para sentiros inundados de las criaturas más dispares, acuáticas, fluidas, originales.

Tenéis que dar cabida a todo lo que es, pues todo lo que es, se originó en el mismo punto, en el mismo momento que os originasteis vosotros, y por tanto estáis vinculados, sois todos hermanos de una misma fluidez.

Cuando abrís vuestra percepción, desaparecen las orillas, vuestros pies se sumergen en las aguas abisales de la Luz que siempre vuelve, y así empezáis a vivir impregnados, empezáis a ser fecundados, por la espuma que todo lo limpia, y vuestra fecundación es pura pureza.

Cuando abrís los ojos de vuestra visión, dejáis de ser dos, vuestros ojos se concentran para ver, y al unísono bailan con la danza que se vuelca en oleadas una y otra vez sobre vosotros para limpiar vuestra mirada, para que os sintáis inundados de esta nueva realidad que siempre ha estado allí, a la espera de que os atrevierais a cruzar la orilla.

No sabéis nadar y sin embargo os atrevéis a sumergiros en los mundos que, como esferas oculares, se interconectan unos con otros. Los mundos que os miran han sido al fin descubiertos por vuestro ojo abierto y por eso puede su realidad chocar contra tu cornea y salar tu pupila. No puedes sino derramar lágrimas, pues no das cabida a toda esa inmensidad, pero derramas lágrimas que son la mezcla perfecta de la alegría y la tristeza, pues hay una conmoción en ti al saber que jamás volverás a ser aquella que eras, y no dejaras de ser siempre una ola renovada de vida.

Por ello tus pies se humedecen y también ellos lloran, pues toda tu piel es ahora una porosidad abierta, un lagrimal infinito. Todos tus poros se han convertido en ojos, y es por eso que puedes transpirar ternura, que puedes exhalar el rocío de la mañana, pues, al fin, has descubierto el alba que no acaba. Y dime, ¿tu corazón puede generar una ola de tal magnitud, una ola que derribe la realidad que creías conocer, una ola que revierta sobre sí misma una y otra vez?

Dibujo Canalizado: 02-11-2021_mañana. Formamos parte del Todo

Tu espina dorsal ha aprendido a nadar, pues no sabías y, aun así, te has lanzado a la inmensidad. Tu espina dorsal ha aprendido a volar pues no sabías y, aun así, te has aventurado a mundos desconocidos. Todas las especies están en ti y todas sus facultades están en ti, pues todos sois hermanos que nacisteis de un mismo Origen. Sus habilidades te pertenecen cuando abrazas toda la diversidad animal, y te vuelves especialista en captar la Luz cuando abarcas toda la diversidad vegetal. Todas sus habilidades fotosintéticas te son trasladadas, en un instante, cuando abrazas toda forma de vida en ti.

Una ola rompe contra tu cornea, una ola te impregna de una nueva realidad, y tú que has abierto tus alas, y tú que has aprendido a sumergirte en lo desconocido, tienes nuevas aptitudes, tienes nuevas sensitividades, tienes nuevos sentidos, pues todos los reinos conocidos y desconocidos están en ti, porque tú los has abrazado, aunque no sabías su tamaño, les has dado cabida en tu infinitud.

Ahora que sabes que no empiezas ni acabas, que la ola que te atraviesa te impregna, ahora que sabes que lo que nunca cesa forma parte de ti, y que eso que nunca cesa se origina en ti, porque tu corazón es capaz de revertir el mismo gesto, de reproducir su mismo aliento, de emocionarse hasta los poros de toda tu piel nueva que ahora es ocular, perceptiva e infinitamente sensitiva.

Ahora que reinas en los océanos, que sobrevuelas en los cielos, que conoces aquellos tiempos lejanos en los que en tu planeta reinaban los dinosaurios, ahora que puedes atisbar tecnologías punteras, que todavía no han sido descubiertas, ahora que todos los registros imaginables están a tu alcance, decides poner el “pause” para vivir el presente dilatado, para ahondar en el Amor que nunca cesa, pues sabes con certeza que es lo único que queda. Cuando unas especies se extinguen y otras aparecen, el Amor es lo único que reverdece y las olas del mar chocan con tu corazón y lo convencen de que entres en ti y te sumerjas en ti, pues allí está el Origen de todo lo que es, de todo lo que fue y de todo lo que será.

Por eso, si eres capaz de aprender a nadar, de aprender a volar, de aprender a trasladarte en el tiempo, eres capaz de aprender a ser un nuevo humano, evolucionado, un humano que reconoce las raíces que lo fundamentan; de la bondad, de la ternura, de la gratitud, un humano que reconoce las emociones que lo aumentan y en esa amplitud extrema lo devuelven al Origen, donde todo comienza.

Dibujo canalizado: 01-11-2021_mañana. En el corazón del Buda

No hay forma de que os limpiéis el polvo de estrellas del que provenís, no hay forma de que borréis el poso celeste de vuestras esferas oculares, no hay forma de que olvidéis que emergisteis de los océanos pero caísteis de los cielos estrellados, no hay forma, porque está grabado en vuestro adn y esa es la escalera ascendente que os une con la memoria original, esa es la espiral que atraviesa los tiempos, que horada los espacios, que amplía las memorias y que nutre, siempre, de forma fluyente, vuestro anhelo de saber.

Entonces, no basta con que os quedéis en la orilla y humedezcáis los pies, es hora de que seáis traspasados por una ola que revierte vuestro corazón hasta la medula de lo que os hace verdaderamente humanos y seáis capaces de abrazar y de Amar toda forma de vida, pues solo así seréis capaces de abrazar vuestra verdadera esencia, pues todos estabais juntos en el Origen, y solo si aumentáis vuestra capacidad hasta abrazar todo lo que es, todo lo que veis, todo lo que conocéis y desconocéis, podréis reuniros en el punto del Origen de donde nacisteis todos a la vez.

Así, si quieres regresar al Manantial, tienes que recoger los océanos, tienes que recoger los cielos estrellados, los universos, las dimensiones conocidas y las desconocidas, tienes que revertirte como una ola, y en tu regazo recogerlas todas, para poder regresar a la Fuente que gota a gota, expresión a expresión, manifestó todo lo que es.

Si estas sediento de ver, deja que la sal limpie tus pupilas y que las lágrimas discurran por tus mejillas llenas de emoción palpitante y de vida.”

Dibujo canalizado: 02-11-2021_noche. La ola que rompe en la córnea del ojo

2 Comments

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Dolors Puigdemontreply
27 diciembre, 2021 at 12:25

Emocions compartides amb la mateixa intensitat però amb imatges més esquemàtiques.
Semences originals de aigua, llum i aire.
L’etern retorn. La unitat expandida…
Tot aquest any però sobre tot des del mes d’octubre. Abraçades Mapi.

Mapi Riverareply
4 enero, 2022 at 14:00
– In reply to: Dolors Puigdemont

Gràcies Dolors,
per compartir les teves imatges y la teva experiència.
Una abraçada,

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