DAR CUERDA A LA CAJA DE MÚSICA CORDIAL

Cada cierto tiempo, os hemos venido compartiendo en este blog, comunicaciones transcritas que recibimos en nuestra práctica diaria de la meditación. En esta nueva entrada, lo hacemos a través del registro directo de la voz, pues sentir su cadencia y melodía, tiene un impacto directo en la escucha atenta y receptiva.

La idea surgió de nuestros amigos vídeo artistas Núria Megías y Alfredo Castellanos, que nos propusieron grabar el proceso de realización del dibujo que condensa la comunicación recibida durante la meditación.

Esta comunicación canalizada es nuestro regalo para estas fechas de cambio de año, transición que invita al recogimiento, así como al recuerdo retrospectivo de lo vivido durante el año. En la meditación se nos invita a dar un paso más, y recordar nuestra esencia, el Origen del que provenimos y que jamás hemos dejado de ser.

Si os procuráis un tiempo y un espacio de calma, os podéis regalar la escucha de este mensaje y dejaros mecer por sus palabras.

“Ahora veo al ciervo, colibrís, mariposas.

Y dice: “Cuando se abre el canal de vuestra percepción, cerráis los ojos y veis Luz. Y en esa Luz que veis se configuran presencias que están vivas, presencias que interaccionan con vosotros, presencias que os susurran mensajes, que transmiten sanación, que os inspiran, que os cuidan, que os alientan a tomar la mejor decisión.

Así, el corazón es el vórtice de esa conexión. Por ello es tan importante. sentir la sensibilidad del corazón, tener el corazón sensibilizado para abrir la percepción a esta dimensión profunda de seres que os acompañan, de seres que os guían, de seres que os alientan y que os sanan. Cuando tenéis esa capacidad de ver la Luz con los ojos cerrados, entendéis que, en verdad, hay una incondicionalidad en esa Luz. Es una Luz que jamás se apaga. Se puede apagar vuestra percepción, pero esta Luz.
jamás se apaga.

Ya conocéis esta analogía en la que vuestro cuerpo se equipara a un aparato de radio. Podéis bajar el volumen de esa percepción, incluso podéis apagar vuestra percepción. Entonces, os parecerá que la música ha dejado de sonar. Pero, os decimos esta melodía Angélica, esta Luz sanadora, este Amor vibrante siempre, siempre, está sonando, sólo hay que sintonizarlo. El gran misterio es que tenéis una batería, tenéis una carga, tenéis una fuerza y un poder, para sintonizar con esta Luz incombustible. Tenéis una autosuficiencia para reconectar con esa luz que ya sois.”

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