SINAPSIS, 2013, 2014, 2015

Mapi Rivera

La palabra sinapsis es un neologismo que recoge los términos griegos syn– que se interpreta como “juntos”, “unidos”, y haptein– que se interpreta como “cogidos con firmeza”.

Fue creada por el Nobel de medicina Sir Sherrington e introducida por el médico y fisiólogo británico Michael Foster, para nombrar la relación funcional de contacto, descubierta por el también Nobel de medicina Ramón y Cajal, entre las terminaciones de las céludas nerviosas del cerebro.

Es un proceso microcelular de descarga de substancias químicas sutiles que origina corrientes de energía electromagnética a traves de los vacíos existentes entre neuronas, consolidando así el intercambio de señales específicas de reconocimiento, conductividad y unión en el microcosmos corporal.

Para la unión con firmeza de este microcosmos corporal con el macrocosmos a través de los vacíos existenciales, nos aproximamos con intención a las corrientes energéticas y vibrantes del cosmos.

El relámpago que deriva del griego lampo se interpreta como “yo brillo”, así mismo, el origen etimológico de la acción de “brillar” está relacionada con las acciones de “vibrar”, “girar” y temblar”. Según los místicos y místicas de distintas tradiciones y épocas el temblor es un síntoma provocado por el giro hacia lo numinoso. Esta conversión es el primer paso de la vía mística.

La sinapsis a la que nos referimos aquí es una sinapsis mística, en la que los rayos de luz, energías cósmicas sutiles, se unen con firmeza al corazón, ojo interior, de la persona visionaria, sumiéndola en el ensimismamiento, el arrobo o el extásis.