“Sólo poner tus manos en la cámara era un acto feminista” comentaba Ilene Segalove recordando la actividad videoartística de los años setenta. “El vídeo era una solución porque no tenía tradición –afirmaba Frank Gillette-. Era justo lo opuesto a la pintura… Tenía un aura perversa alrededor de él.” “El vídeo es la venganza de la vagina” clamaba Shigeko Kubota en su célebre vídeo-poema.Y sin embargo, pasadas tres décadas de arte del vídeo realizado por creadoras, compruebo que visionar estos trabajos paradigmáticos sigue constituyendo, tristemente, una experiencia nueva para gran parte de la crítica especializada, que no obstante conoce adecuadamente a “sus equivalentes masculinos”…
Vídeos XX, nuevas estrategias
El título del programa, Vídeos XX, alude irónicamente a cómo la doble x, característica del componente genético femenino, termina resonando a escandaloso, a sexual, a trabajos “doblemente X”, cuasi pornográficos y, por tanto, “incómodos” para los “programadores elegantes” que todavía prefieren asociar lo femenino con una naturaleza suave y “esencialmente” conceptual.
El ciclo funciona a varios niveles; por una parte, y en su pretensión más básica, se muestran trabajos actuales de mujeres de corte radical, difícilmente asimilables en los discursos al uso por sus peculiaridades arriesgadas en el ámbito formal o de concepto. En segundo lugar, y al mismo tiempo, es el replanteamiento de una herramienta, el vídeo, y la puesta en cuestión de sus peculiaridades. Pero en tercer término, el programa crea un marco de reflexión desde el que plantearnos si siguen funcionando las implicaciones del videoarte con el feminismo, valorando el sentido nuevo que las mujeres dan hoy, dentro o no del feminismo, a algunas de las categorías clásicas de esta temática, en un momento de miradas plurales.
Por eso me interesaba que estos trabajos, que van desde la ambigüedad fronteriza a la ironía ácida, dialogaran con cuatro territorios clásicos en los temas de género y los pusieran en cuestión: “Construir identidades: giros, sombras, adolescencias”, en relación con las obras de Jennet Thomas, Said Benning, Mapi Rivera, Mabi Revuelta, Leticia Tomas, Laura Parnes, Susana Vidal, Sue de Beer y Ene-Liis Semper; “Belleza, ironía y glamour”, con las propuestas de Sylvie Fleury, Vanesa Beecroft, Annie Wrigth, Chati Bronson y Georgina Starr; “Cuerpo, política y tecnología”, en relación con las obras de María Ruido, Rosa Sánchez, Coco Fusco, Pipilotti Rist y Estibaliz Sadaba, y “Espacio público – Mundos privados”, con las propuestas de Campanilla, Dora García e Itziar Okariz…