HELIOSIS

Descubrí que disfrutaba creando, y que el proceso creativo era una vía de re-conocimiento.

La artista oscense Mapi Rivera expone “Heliosis” hasta el jueves 3 de mayo en la SALA CAI LUZÁN (Pº Independencia 10) . Nos enseña las series de fotografías más recientes exhibidas en soportes opacos, en cajas de luz y en proyecciones, en las que se representa a sí misma en medio de entornos naturales de una intensa luminosidad. El resultado es de una gran belleza y espiritualidad.

¿Cuándo empezaste a sentir la vocación de ser artista? ¿Y cómo fue tu evolución al cursar tus estudios en Barcelona y Londres?

Viví una infancia en la que disfrutaba tanto jugando en compañía como en soledad. Era bastante ensimismada, en el sentido de estar conectada a ese sí mismo esencial y originario. La opción de estudiar Bellas Artes fue bastante intuitiva, sin ser plenamente consciente de ello en aquel momento, sentí que podía ser un modo de recuperar ese paraíso de inocencia al que me sentía tan próxima en la infancia. Sin duda se me presentaba como una posibilidad de libertad. La vocación surgió durante esos años de estudios en Barcelona y Londres, donde descubrí que disfrutaba creando y que el proceso creativo era una vía de re-conocimiento.

¿Qué disciplinas artísticas trabajas? ¿Y en cuáles te sientes más cómoda?.

Parto de diarios en blanco, en los que suelo dibujar bocetos y escribir poemas que son la semilla para desarrollar proyectos fotográficos y videográficos. Procuro que las obras fotográficas y videográficas no pierdan esa pulsión inspirada de los primeros apuntes, a pesar de ser técnicamente más elaboradas.

Hablando de fotografía, ¿cuál ha sido tu evolución de tus fotografías desde el comienzo?

Para mí la fotografía siempre ha sido un medio. Empecé a utilizarla porque me permitía cuestionar de forma inmediata y a partir del cuerpo su condición paradójica, humana y espiritual a un tiempo. Este es el hilo conductor que une a todas las imágenes que he creado desde el inicio hasta ahora, aunque en estas últimas fotografías de la serie Heliosis, el cuerpo se ve inmerso en la naturaleza y ante su carácter sagrado, se vuelve más humilde, reducido por ella, a la vez que integrado en ella. Además, gracias a los medios digitales, en estos heliogramas, o grafías solares, añado refulgencias y halos luminosos, revelando rastros de luz aparentemente invisibles pero reales para una mirada atenta y despierta.

Actualmente estás preparando la tesis doctoral sobre “el sentido numinoso de la luz. Aproximaciones entre creación y experiencias visionarias”. La exposición “Heliosis”, ¿es fruto de esa tesis?. ¿Cuál es el significado de “Heliosis”?.

La exposición Heliosis es el “trabajo de campo” del inicio de esta investigación de tesis. Es una práctica creativa fruto, no sólo de lecturas e investigaciones, sino de la propia vivencia transformadora que esas lecturas e indagaciones han operado en mí. El proyecto Heliosis supone, una conversión, un giro total hacia Helios, Fuente de luz e inspiración. Supone un viaje de ascenso hacia la cumbre donde es posible la visión y el contacto con lo numinoso. Padecer una heliosis, es experimentar una patología gozosa, antítesis del sufrimiento, cuyos síntomas son el gozo, la exaltación y la alegría radiante. La heliosis es una “gozología”.

En la exposición “Heliosis”, también se exhiben proyecciones y algunas fotografías en cajas de luz ¿Es algo que pretendes que sea habitual o sólo es por el sentido de esta exposición?.

La exposición Heliosis es un homenaje tanto a la luz natural, como a la luz interior y trascendente, por ello me interesaba crear un ambiente de penumbra propicio para el recogimiento, en el que algunas de las obras fueran fuente de luz que pudiera “iluminar” a quien las contemplara.

¿En qué te inspiras?, ¿cuál es tu fuente de inspiración para crear estas obras?.

Me inspiro en lecturas místicas de diferentes tradiciones espirituales, sufí, cristiana, taoísta, en el hinduismo y en el budismo zen. Las obras de artistas contemporáneos como Bill Viola, Ann Veronica Janssens, James Turrel, Ellen Kooi o la joven Anka Zhuraleva, también son fuente de inspiración para mí. Finalmente, las incursiones que hago en la naturaleza, así como mi propia experiencia de gozo, alegría y plenitud.

La desnudez es una constante en tus fotografías o videocreaciones. Y en la mayoría de los casos de tu propio cuerpo. ¿Por qué has elegido esta opción?.

La desnudez es fruto de un proceso de descubrimiento y liberación. El cuerpo desnudo simboliza virginidad, pureza y esencialidad.

Tus fotografías siempre están hechas en un entorno natural lejos del ambiente urbano. ¿Por qué razón?.

Me interesan los entornos neutros, sin referentes, o los entornos naturales en los que no se aprecie la incidencia del ser humano. Ambos entornos me ofrecen la posibilidad de referirme a un lugar imaginal, a un paisaje visionario que, como diría Henry Corbin, se encuentra entre el cielo y la tierra.

En “Heliosis”, algunos títulos de las obras son “Homenaje a Teresa de Jesús”, “homenaje a Juan de la Cruz”. ¿Qué influencia han ocasionado en ti?. ¿Y el quitarles el santa y san es para hacerlos terrenales?.

Son homenajes a la faceta más humana de estos místicos que, a su vez, fueron capaces de albergar lo divino y que transcribieron sus vivencias mediante poemas o escritos. Me interesaba despojarlos de sus títulos de santidad, pues, ante todo, eran personas que emprendieron un viaje espiritual, con sus noches oscuras y sus amaneceres radiantes. Sus testimonios constatan una experiencia real y posible, que cualquiera puede experimentar si hay una predisposición para ello.

La luz y el amor son palabras clave en tu obra. ¿Qué son o qué significan para ti?

Diría que son palabras que utilizo para aludir a lo Inefable, son las que más se acercan al Infinito, radiantes y plenas, siempre próximas al corazón, al pálpito creativo.

En tu obra destaca el aspecto místico, filosófico, metafísico, espiritual, la religiosidad… Háblanos de ese sentido que quieres dar a tus obras.

Como en el caso de otros artistas, la vía de la creación supone para mí una vía de acercamiento al Misterio. Esto se trasluce en las obras y proyectos que realizo, ya que estas imágenes son el resultado de mis incursiones en el mundo intermedio, son instantáneas de un paisaje visionario al que accedo a través de una visión interior, cordial y luminosa.

Ahora que te has despojado de todo, has llegado a la desnudez total, ¿cuál es el siguiente paso en tu evolución?

Creo que no se trata de llegar a algo definitivo e inmutable, que  la desnudez y la pureza que esta simboliza hay que mantenerla. Que, “el jardín del alma”, expresión de Teresa de Jesús, hay que cuidarlo y cultivarlo con cariño.
Aunque, es cierto, que puede llegar un momento en que el jardín esté hermoso, florecido y que la lluvia y el sol sean tan favorables, que sólo sea necesario un total abandono, una entrega consciente, para mantenerse en el gozo continuo y sostenido que supone estar en común-unión con la Fuente de todo luz.

Además de fotografía, pintura y videocreaciones, también has escrito un libro de poemas llamado poamario. Háblanos de él.

Se trata de un PoAmario que recoge una selección amplia de poemas y dibujos, realizados durante 10 años de creación. Son poemas y bocetos vibrantes, realizados en momentos de plenitud amorosa y luz inspirada. De momento, sólo existe una edición digital limitada, pero se contempla la posibilidad de realizar una edición mayor para una mayor difusión.

Entrevista por Ángel Pascual Gonzalo

Exposición HELIOSIS, en la Sala CAI LUZÁN, Zaragoza, 2012

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