SOL, 1998

Assumpta Bassas Vila

Cuentan que en muchas tradiciones occidentales y orientales, asociar el sol y el corazón es frecuente y forma parte de un núcleo de contenidos simbólicos fundamentales. Guénon escribe que ambos son considerados centros vitales: al sol se le llama a veces “corazón del cielo” y al corazón el “sol espiritual”. Si el corazón es propulsor de la vida en los seres, el sol es considerado símbolo de la “fuente de la vida”. María Zambrano, filósofa que crea la bellísima metáfora del corazón, centro del conocimiento vivo y vivificante, escribe: “… nada de afuera, nada de otro mundo o más allá del mundo que sea, deja de estar sostenido por el humano corazón, punto donde llega la realidad múltiple, donde se pesa y se mide en impensable cálculo, a imagen del cálculo creador del universo”.

Son muchas las imágenes y nociones de la filósofa malagueña que me acompañan cuando miro o leo las obras de Mapi Rivera. Por ejemplo, la imagen del corazón como espacio que se abre dentro de la persona para dar acogida a ciertas realidades. Zambrano llamó “la visión del corazón” a “otro modo de conocimiento impreciso cuya función es definir realidades inabarcables por la razón, algo anterior al pensamiento, huella en un tiempo sagrado”. Desnudarse para jugar a vestirse de sol, de flor, de árbol y posar exponiéndose abiertamente –como lo hacen los cuerpos en las fotografías de Mapi- es visualizar una forma de recibir y crear conocimiento a través del cuerpo, de llevar, como el corazón en su abertura, “adheridas las entrañas”. El vídeo que presenta en esta ocasión parece registrar con intensidad y sutileza esta acción: a medida que las manos desmigajan el interior del cuerpo y el aire se lo lleva serenamente convertido en plumas de almohada a conocer el mundo, el cuerpo parece crecer, llenarse de todo lo que llega a ser en ese viaje y hablar de plenitud.

Me da la sensación de que las imágenes que crea Mapi Rivera se conciben en un estado de una emoción profunda que las mantiene suspendidas en el tiempo y el espacio, en una situación de espera incondicional…