EL LAZO DE LA FORTUNA CORDIAL
Comunicación & Dibujo Canalizado
Tiempo de recepción: 12-01-2024
MAJOR
Me enseñan a Lucky Luke tirando el lazo y siento que quieren hablar de esta idea de la suerte o de la fortuna.
Y dicen: “Algunos de vosotros os consideráis afortunados. Y algunos, qué os sentís más resentidos, consideráis que aquellos que son afortunados son unos caza fortunas o son el resultado de una constelación de azares fortuitos. Pero, os decimos, nada, absolutamente nada, es cuestión de azar. La fortuna es como ese lazo que tenéis entre las manos. La fortuna es una habilidad que podéis desarrollar.
Y diréis. ¿Cómo puedo desarrollar la capacidad de sentirme afortunado? ¿Cómo puedo abrazar la fortuna de sentirme dichoso? ¿Cómo puedo realmente ser el centro de creación de mi propia elección afortunada?
Y os decimos, cuando alguien entrena el lazo de la fortuna, primero se familiariza con la cuerda. ¿Qué es la cuerda? La cuerda es vuestro instrumento. ¿Y cuál es vuestro instrumento más auténtico? ¿Cuál es esa capacidad con la que todos, absolutamente todos, venís a esta encarnación? Es vuestra capacidad cordial. Vuestra cuerda es vuestro corazón, es vuestra capacidad de amar, es vuestra capacidad de acoger con familiaridad aquello que es vuestro don natural.
Y os decimos, en esta dimensión que nosotros habitamos, somos pura cordialidad, somos esferas encendidas de amor y de bondad. Todo, absolutamente todo, vibra en esta energía de abundancia, de fortuna y de generosidad. Y vosotros, en vuestros corazones, tenéis esa vibración de alta frecuencia. Sois esa semilla que se ha plantado en esta vida. Por eso, vuestro corazón es vuestro instrumento.
Pero, ¿cuál es la diferencia entre vivir en la dimensión que habitáis y vivir en la dimensión que nosotros habitamos? La única diferencia es que, en vuestra experiencia encarnada, tenéis que ejercitar vuestra capacidad de amar. Y diréis, pero si es nuestra naturaleza, ¿por qué tenemos que ejercitarla? Porque cuando atravesáis el conducto del renacimiento, cuando atravesáis el útero de la vida encarnada y renacéis en esta experiencia, olvidáis vuestra procedencia y vuestro ejercicio es recordar, vuestro ejercicio es ejercitar la cuerda del recordatorio de vuestra esencia.
Por eso vuestro corazón es vuestro mejor instrumento para atraer toda la fortuna que merecéis. Pues la fortuna que merecéis es sencillamente el recuerdo de la esencia que sois. Todo lo que sois está sembrado en vuestro corazón. Todas las semillas de Luz que sois, están plantadas en esta existencia encarnada como si fuera un gran jardín.
Este planeta Tierra acoge la Luz estelar de altas frecuencias, y como toda semilla plantada en la tierra del olvido, tenéis que ejercitar vuestro destino, tenéis que tomar la decisión de estiraros hacia la Luz, de estirar esa cordialidad, de ejercitar ese lazo cordial, para atraer vuestra fortuna, para desarrollar vuestra dicha, para expresar vuestra auténtica naturaleza.
La bondad, el amor, la belleza, ese es el vuestro florecimiento auténtico, esa es la dicha que buscáis, esa es la fortuna que en verdad intentáis alcanzar. ¿Qué es lo que ocurre en vuestro mundo actual? Que hay corrientes de distracción y entretenimiento que os apartan la mirada de vuestra auténtica fortuna. La fortuna que buscáis está sembrada en vuestra interioridad y vuestro ejercicio es ejercitarla para poder contemplarla, para poder germinarla, para dejar que florezca en esta experiencia encarnada.
Así, todos sois buscadores de fortuna, pero en lugar de buscar en esas promesas lejanas, en esos paraísos perdidos, buscaos en el centro de vuestra isla. Buscad en el centro de vuestro corazón, ese tesoro interior. Así, sois aquello que habéis olvidado y venís a ejercitar el recuerdo cordial de aquello que sois. Ese es el ejercicio que venís a practicar, venís a practicar vuestra fortuna, venís a redescubrirlo, venís a recordarlo.
Por tanto, vuestro primer instrumento es ese lazo, es esa cuerda, es ese corazón. Pero fijaos, cuando aprendéis a manejarlo después, tenéis que decidir dónde lanzarlo, dónde enfocarlo. Pues un lazo que se alza el viento no atrapa nada. Por tanto, el primer paso es reconocer que tenéis el instrumento para ejercitar vuestra fortuna, y el segundo paso es la decisión de a qué queréis poner el lazo de vuestra fortuna.
Muchos se enfocan en aquello que denomináis exterioridad. Muchos ponen su enfoque en un deseo de pura materialidad. Y os decimos, es normal buscar un equilibrio, buscar cubrir unas necesidades para vuestra autosuficiencia, incluso para vuestra abundancia. Pero, os decimos, si añoráis tener una casa, tener un hogar, daos cuenta que lo que sostiene a una casa es el fuego, es el hogar, es el centro que enciende las llamas del despertar. Si anheláis tener riquezas materiales, daos cuenta que la auténtica abundancia es esa conexión con la Fuente que jamás se agota. Daos cuenta que la auténtica abundancia tiene muchas formas.
Entonces, el segundo paso, detrás del reconocimiento cordial, detrás del reconocimiento de que tenéis el instrumento necesario para alcanzar vuestra fortuna, es decidir a qué queréis echar el lazo de vuestra fortuna. En este segundo paso, muchos os despistáis. Porque son muchas las corrientes del entretenimiento que os venden éxitos prefabricados, famas iluminadas con luces de lentejuela, coches de lujo, bienes que os despistan de vuestra verdadera esencia.
Así, el segundo paso es saber a qué queréis echar el lazo y enfocaros, enfocar vuestra fortuna, ejercitar el lazo para alcanzar vuestra fortuna. Y os diremos, más allá de todas esas corrientes que os despistan, de todas esas famas, esos éxitos, esos modelos de éxito que os venden continuamente en los medios, para descentraros de vuestro verdadero propósito, a la hora de echar el lazo, os diremos, ¿qué es lo que en vuestra desnuda esencia, lo que en vuestra auténtica naturaleza os hace sentir profundamente dichosos? ¿Qué es aquello que os pone el vello de punta y la carne de gallina? ¿Qué es aquello que humedece vuestros ojos? ¿Qué es aquello que para las manecillas del reloj? ¿Qué es aquello que hace vibrar vuestro corazón? ¿Qué es aquello que resuena con vuestra médula esencial?
Y entonces, si sabéis reconocer eso, ese propósito esencial que está vinculado a vuestra cordialidad, que es, en verdad, la extensión de vuestra cordialidad, sería ese matiz que habéis venido a expresar al mundo, pues, a pesar de tener todos esa vibración esencial de bondad, amor y generosidad, cada uno sois un matiz de esa Fuente original y cada uno, en vuestro propósito vital, tenéis esa capacidad de expresar ese matiz único que sois.
Cuando lo descubrís, le podéis poner el lazo. ¿Qué quiere decir poner el lazo? Es como aquellas Amazonas que se entrenan con la flecha y el arco. Pueden dominar el instrumento, pueden dominar la flecha y el arco, pero el segundo paso es saber dónde enfocar, es saber cuál es el centro de la diana a la que quieren dar. Esto sería saber cuál es la diana de vuestro lazo, cuál es el propósito de vuestra vida, cuál es la mejor expresión de vuestra esencia.
Pues si sabéis dónde enfocaros, sabéis donde proyectar vuestra energía cordial. Y así, os podéis ejercitar. Podéis ejercitar ese ejercicio del lazo cordial. Podéis lanzarlo una y otra vez hasta acertar. Pero, es importante saber dónde lanzarlo, saber cómo atraparla. Y entonces sí, os convertís en expertos generadores de fortuna.
Pues, os decimos, solo os sentiréis afortunados, solo os sentiréis auténticamente dichosos, cuando consigáis este alineamiento, el de vuestro corazón y el de la expresión de vuestro propósito vital, que vibra en resonancia con vuestra cordialidad esencial y única.
Por tanto, cuando reconocéis que tenéis el instrumento, la capacidad para alcanzar vuestra fortuna, y después reconocéis qué es aquello que os hace sentir realmente, profundamente y esencialmente afortunados, podéis ejercitaros para echar el lazo y entonces todas vuestras energías se reúnen, se alinean, se enfocan.
Eso es, en verdad, el resultado del auténtico éxito. El éxito que expresa lo íntimo, lo interior y lo exterior en profunda sincronicidad. En los modelos que os venden hoy en día, en la contemporaneidad, os abocan hacia la exterioridad y os desconectan de vuestra interioridad. Os abocan a conseguir siempre logros externos, logros ostentosos, logros que otros pueden validar con la apariencia, y así, os desconectan de vuestra auténtica esencia.
La auténtica fortuna siempre nace de esa conexión íntima con vuestro corazón, porque la auténtica fortuna es aquella que se puede sostener a través del tiempo y a través de los contratiempos. Aquellos que, a menudo alcanzan el éxito como en la cresta de una ola superficial, cuando ese éxito empieza a fallar, sienten que se derrumban, porque son éxitos frágiles, como castillos de cartas que cuando sopla el viento se caen.
Cuando se vive esa conexión afortunada entre la intimidad y la exterioridad, se puede soportar un tsunami, sin inmutarse. Pueden cambiar las circunstancias, pero la fortuna profunda permanece porque nace de esa conexión íntima y esencial que se manifiesta en la exterioridad y nace también de esa conexión más original con vuestra Fuente, con vuestro ser más esencial.
Y esa conexión es infinita, es incondicional y jamás se acaba. Entonces, vuestra fortuna está asegurada, porque estáis conectados con una Fuente de Amor incondicional que jamás se acaba, que más jamás se agota. Y entonces, es cuando os volvéis totalmente autosuficientes y cuando vuestra fortuna empieza a brotar de vuestro centro cordial, independientemente de lo que suceda en la exterioridad. Entonces, os volvéis, no solo cazadores de fortuna, sino creadores de fortuna.
Y es entonces, cuando vivís en esa abundancia, en esa generosidad y lo más natural es dar. Porqué os convertís en canales de dicha, en canales de fortuna, en otorgadores de dones, en otorgadores de prosperidad porque habéis alcanzado vuestro propio centro y habéis conocido vuestro propio propósito. Y, entonces, atraéis prósperamente prosperidad y la podéis irradiar.
Así, os hemos querido transmitir lo que en verdad es sencillo, pero, en vuestro mundo actual está totalmente enmascarado y distraído, para que podáis poner el foco en vuestras capacidades, para que podáis poner el foco en vuestros dones y para que podáis poder ejercitarlos, pues es la premisa de esta vida encarnada.
Tenéis que ejercitar vuestra naturaleza, a pesar de ser Amor, tenéis que encender la mecha del Amor. A pesar de ser abundantes, tenéis que abrir el grifo de la conexión. A pesar de ser un manantial, tenéis que abrir el canal para fluir en la abundancia. Ese es el ejercicio de recordar quién sois y de sostener ese recuerdo y de expresar ese recuerdo y contagiarlo a los demás. Ese es el tránsito que experimentáis en esta vida, igual exactamente igual, al tránsito que experimenta una semilla que se planta en la Tierra, que se atreve a germinar, que decide estirarse hacia la luz y florecer.
Es una cuestión de decisión. Es una cuestión de ejercicio, es una cuestión de estiramiento y de confianza en vuestros dones, y es una cuestión de florecimiento y de expresión de vuestra abundancia. Eso es llevar una vida afortunada por decisión, por elección, por ejercicio de esa decisión y por expresión auténtica y cordial de vuestra auténtica naturaleza.
Así pues, ya veis que ser afortunado no es una cuestión de azar, sino una cuestión de recuperar vuestro auténtico don y de ejercer vuestro poder de expresión.
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- Dibujo Original 40 x 30 cm
- Acuarela sobre papel Canson Imagine de 200 gr.
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